El anuncio de la presidenta Bachelet de llevar adelante el proyecto de una AFP Estatal ha generado muchas declaraciones, la mayoría de ellas corresponden a directores de AFP y a personeros de la NM. Los dueños de las AFP dicen que afectará la “libre competencia” y que no mejorará las pensiones, esto último es efectivo. El gobierno y la NM la defienden porque, según ellos, reducirá los costos de administración, generará mayor competencia y ampliará la cobertura.
Ni lo uno ni lo otro
- En primer lugar, una AFP de propiedad estatal no resuelve el mayor problema que tiene el actual sistema de ahorro forzoso que es el de las bajas pensiones. Al día de hoy son inferiores a $156.000.[1]
- Una AFP Estatal deberá circunscribirse a operar estrictamente bajo los criterios señalados en la Ley, por tanto deberá garantizar una “rentabilidad real anualizada” promedio para todos los fondos, que no podrá ser inferior al promedio que obtengan las demás AFP del sistema, de lo contrario será multada. Ello implicará buscar rentabilidad en el mercado bursátil, es decir, deberá salir a especular con nuestros ahorros, corriendo el mismo riesgo de las otras AFP, que cada cierto tiempo provocan pérdidas irrecuperables.
- Sostener que los costos de administración disminuirán con una AFP Estatal no es un argumento serio. Planvital hoy cobra un 0,47%, competir por costos más bajos que esos es difícil, no se cubrirían los costos operacionales de la nueva AFP, salvo que lo hagan con subsidios estatales.
- No es efectivo que habrá más competencia. A comienzo de los 90 había en Chile más de veinte AFP, la voracidad y codicia de las grandes las redujo a seis; el “mercado” tiende a la concentración. AFP Modelo, ingreso hace pocos años al mercado y a pesar que era la más barata, su participación es marginal.
- Una AFP Estatal con bajas comisiones solo permitirá ahorrar algunos pesos. Por ejemplo, quienes ganan menos de 400 mil al mes pueden ahorrarse en promedio, alrededor de 2 mil pesos mensuales; pero, si una AFP obtiene uno o dos puntos más de rentabilidad, aunque sus comisiones sean más altas, el impacto será sobre los fondos y puede ser de varios miles de pesos, que impactarán directamente en la pensión futura. O sea, en este sistema no es determinante el monto de las comisiones, si lo es la rentabilidad que obtenga la AFP.
- Que se aumentará la cobertura con una AFP Estatal, discutible, pues como han señalado las mismas autoridades, se tratará de atender a aquellos trabajadores de sectores rurales, independientes, alejados de las ciudades; en general los trabajadores más pobres del país, los que están de antemano condenados a pensiones miserables por la baja densidad (años efectivos de cotización) y por sus bajos ingresos. ¿Cuál es el sentido, entonces? ¿Es necesario crear una empresa estatal para atender a esos trabajadores? No, bastaría con extender el pilar solidario, pues al final siempre será el Estado quien debe concurrir con recursos para los sectores más pobres. Actualmente, más del 60% de las pensiones que se pagan en el país, son financiadas por el Estado.
- Finalmente, la creación de una AFP Estatal en la lógica actual, no es sinónimo de eficiencia, el predominio de concepciones exitistas y mercantiles trasladadas a la administración de empresas públicas ha traído consigo varias consecuencias: a) Déficit permanente por derroche y mala gestión, TVN es un ejemplo, b) Incapacidad de mejorar el servicio frente a la competencia, ejemplo Banco Estado y c) “Botín para el Saqueo”, la creación de una AFP Estatal, supone la conformación de un directorio con dietas millonarias, con ejecutivos sobrepagados, ej. Codelco, y con funcionarios incompetentes que responden a los partidos políticos que por cuoteo se reparten los cargos, o sea, servirá para dar empleos a políticos fracasados, muchos de ellos corruptos, que pierden elecciones y que son ubicados en empresas del Estado con cargo al bolsillos de todos los chilenos y chilenas.
A pesar de los “reparos” a la AFP Estatal que formulan los dueños de las AFP, los bancos, el retail y, en general, la mayoría del empresariado no es más que alharaca, en el fondo saben que la creación de una AFP Estatal vendrá a legitimar el sistema, garantizándoles como ha ocurrido en los últimos años, un financiamiento con los ahorros previsionales de los chilenos a muy bajo costo y, lo que parece un cambio, será más de lo mismo, agravado porque con la AFP Estatal se consolidará este sistema espurio.
La ironía de una AFP Estatal en la actual lógica, es que deberá financiar con los ahorros previsionales que administre a las grandes compañías pertenecientes a Luksic, Matte, Paulmann, Yarur y muchos otros.
Qué proponemos quienes hemos venido cuestionando el papel jugado por las AFP, algo muy sencillo, que requiere de voluntad política y algo de convicción:
- Avanzar rápidamente hacia un sistema previsional de reparto, que restituya inmediatamente el carácter solidario y tripartito de su financiamiento.
- Aumentar inmediatamente el monto actual de las pensiones, recursos hay. El ingreso anual al día de hoy por cotizaciones que efectuamos los trabajadores es de US$5.993.- millones y el gasto en pensiones es de US$3.721.- millones, lo que genera un excedente de más de US$2.200.- millones anuales.
- Transitoriamente delegar la administración de los cuantiosos recursos, de propiedad de los trabajadores, en el Instituto de Previsión Social.
En síntesis, Si no hay disposición a avanzar hacia cambios estructurales, las pensiones de los chilenos no mejorarán y la creación de una AFP Estatal, solo generará expectativas a las personas que al poco andar, se desvanecerán generando nuevas frustraciones.
Por Luis Mesina, secretario general Confederación Bancaria y vocero Coordinadora Nacional NO+AFP
Santiago, 28 de mayo 2016
[1] 91,6% de las pensiones de vejez pagadas por las AFP modalidad retiro programado, inferiores a $156,000