La Banca Privada en Chile cerró más de 100 sucursales en un año, producto directamente por los cambios tecnológicos. Los cuatro bancos que tienen más participación en el mercado (Santander, Chile, BCI e Itaú) cerraron sucursales entre mayo 2017 y mayo 2018.
Santander con 47 sucursales cerradas lidera la lista, coincidiendo con el lanzamiento del modelo Work Café y con el intento fallido de ingresar a la propiedad de Servipag, esto último fue rechazado por la FNE (Fiscalía Nacional Económica) por generar concentración de mercado.
En segundo lugar está el BCI que cerró 31 sucursales, le sigue el Itaú que en el proceso de fusión con Corpbanca incluyó el cierre de 23 agencias, y el Banco Chile con 5 sucursales cerradas, quedando la banca privada con 1.656 sucursales a mayo del 2018.
La tendencia es que las operaciones digitales aumenten y por otro lado, que el número de sucursales sigan disminuyendo. Posiblemente con el traspaso del BBVA a Scotiabank se refuerce esta tendencia, afectando a los clientes con el cierre de sucursales y a los trabajadores con menos puestos de trabajo disponibles.