La venta de la AFP Cumprun al consorcio estadounidense al grupo Principal Financial, lejos de celebrarse -como lo están haciendo los grupos económicos detrás del negocio de las AFP-, es motivo de honda preocupación para los trabajadores.

Sin duda los fondos de pensiones de los trabajadores chilenos, equivalente a 169 mil millones de dólares, es una fuerte tentación para un mercado internacional en crisis, con una fuerte demanda por recursos frescos. Es en esa lógica que se entiende la sobrevaloración que estuvo dispuesta a pagar la transnacional Principal por el control del 63% de la AFP Cuprum, pagando 954 millones de dólares a Empresa Penta.

Las Confederación Bancaria, entidad que mantiene una vigilancia permanente a las AFP, en la perspectiva de impedir que se siga lucrando con los fondos de pensiones  de los trabajadores, advierte sobre el alto riesgo que está incurriendo la industria de las AFPs, al continuar la entrega de los fondos previsionales a grupos financieros extranjeros. Con la venta de Cuprum a la norteamericana Principal, el 75% de los fondos de trabajadores chilenos ha quedado en manos externas.

Desde que se creó el sistema de AFP, en 1981, la tendencia ha ido a la concentración y a la externalización de las empresas. Es así como, de ser más de 20 en los primeros años de entrar en vigencia, hoy todo el fondo de pensión está en manos de sólo seis aseguradoras, cuatro de ellas pertenecientes a multinacionales: Capital (SURA), Provida (BBVA), Habitat (Citigroup) y ahora Cuprun (Principal). Por el momento sólo se salvan Plan Vital y Modelo.

La preocupación de la Confederación Bancaria, no es porque crea que los grupos nacionales lo estén haciendo bien, muy por el contrario, sino por los motivos que lleva a un consorcio internacional a adquirir la propiedad de una AFP, pagando un 50% más del precio en la bolsa.

Chile hasta ahora se está librando de la ola de desaceleración económica, y de crisis monetaria, que en diferente grado afecta al grueso del planeta, entre ellas, las economías decisivas de Europa, Estados Unidos, China e India. Aquí todavía las multinacionales pueden encontrar la liquidez que necesitan desesperadamente para sus negocios relacionados, ya sea mediante la inversión directa en el extranjero, o mediante mecanismos de triangulación. Es difícil no preocuparse con todos los riesgos, que esto acarree pérdidas enormes, arrastrando a pensiones aún más miserables a los trabajadores que han ahorrado forzosamente durante su vida laboral, con la falsa promesa que recibirían el 70 o 75% de sus remuneraciones de la etapa activa.

Nuevamente, estos movimientos económicos, se hacen a espaldas de los dueños de los recursos, y el riesgo que corren los recursos de todos los trabajadores chilenos, habla de la necesidad de terminar con este sistema de administración de los fondos de pensiones y pasar, de una vez por todas a un verdadero sistema de Seguridad Social, cuyo objetivo último sea retribuir en dignidad y derechos durante la vejez a quienes han entregado una vida de trabajo al país.

Noticia aparecida en el Diario Electrónico de Radio U. de Chile (102.5 fm)

Confederación bancaria cuestiona venta de AFP Cuprum: «Alguien tiene que intervenir»

Héctor Areyuna

La venta de AFP Cuprum al grupo Principal Financial logró que las acciones de la administradora de fondos de pensiones lograran un 40,42% de ganancias, encabezando las alzas en la Bolsa al momento en que se anunció la adquisición.

La operación de compra alcanza los US$1.500 millones en la valorización del 100% de Cuprum y el presidente de Principal International, Luis Valdés, indicó hace una semana que era una prioridad del grupo entrar al negocio de las AFP en el país, en orden a “consolidar y fortalecer nuestra posición en Chile y Latinoamérica”.

Sin embargo, la Confederación Bancaria advirtió sobre un peligro para los usuarios en esta transferencia, asegurando que esto podría generar pérdidas multimillonarias en los fondos de pensiones, por dejarlos en manos de multinacionales.

Luis Mesina, vocero de la Confederación, aseguró que esta operación demuestra que las AFP no cumplen con su función de otorgar pensiones, sino que tienen como objetivo principal “la obtención permanente de lucro”.

Mesina explicó que estos recursos finalmente son utilizados en operaciones financieras internacionales, a lo que se suma que mientras las pensiones caen, las administradoras siguen generando ganancias: “Transacciones de esta naturaleza les permiten derivar estos recursos a países que no tienen liquidez en los mercados nacionales, con el consiguiente riesgo para los trabajadores, que ven cómo sus fondos caen y, sin embargo, las AFP siguen ganando dinero. Es inexplicable. Alguien tiene que intervenir y como no son las instituciones tradicionales del Estado, tenemos que ser los trabajadores los que pongamos los puntos sobre las íes”, dijo.

El también presidente del Sindicato del Grupo Santander Santiago agregó que la rentabilidad de las AFP llama a la participación de multinacionales, ante lo que lamentó la falta de preocupación por parte de las autoridades nacionales: “Es la prueba concreta de que las grandes transnacionales, los grandes grupos económicos, buscan invertir en las AFP porque es un negocio tremendamente rentable, que permite recuperación sobre el capital superior al 30 por ciento año tras año. Al contrario de lo que podrían pensar los trabajadores, los ahorros previsionales siguen cayendo de manera sostenida desde 2008 a la fecha y no hay ninguna autoridad que ponga una voz de alerta”, señaló.

Por otra parte, el economista Manuel Riesco consideró la operación comercial como “un escándalo” y señaló ante estos nuevos antecedentes que el actual sistema debe terminar: “Esto refleja un sistema que tiene que terminar. Todas las AFP en realidad son un monopolio que está extrayendo el 13 por ciento de los salarios de los trabajadores, que se quedan entre ellas y las compañías de seguro coligadas con uno de cada tres pesos recaudados y el resto se lo prestan a sus compinches”, aseguró.

Riesco añadió que se debe restablecer un sistema de reparto en el cual las cotizaciones en lugar de llegar a los operadores financieros internacionales se usen, efectivamente, en pagar pensiones.