Según un estudio de la División de Políticas Financieras del Banco Central, los efectos de la disminución de la Tasa Máxima Convencional (TMC), legislada el 2013, habría ocasionado que 197 mil personas quedaran sin acceso al crédito en el sistema financiero.
Desde el punto de vista de los dueños de los bancos, se habría cumplido lo pronosticado por ellos durante la discusión parlamentaria que dio origen a la Ley 20.715, referida a que esta disminución de la TMC afectaría a las personas de menores ingresos porque quedarían sin acceso al mercado del crédito formal en el sistema financiero. Es decir, para los bancos era un acto altruista ofrecer créditos caros a los trabajadores y trabajadoras del país.
Antes de que fuera aprobada esta legislación, la TMC era de 54%, considerada en ese momento extremadamente alta, castigando especialmente a la población de menores ingresos. Aprobada la ley el 2013, la TMC quedó en 36%, es decir, por un préstamo de un millón de pesos, quien adquiere este crédito termina pagando 1.360.000 pesos, lo que sigue siendo un gran negocio para la banca, pero al parecer no es suficiente, porque desde el momento en que se aprobó esta reducción de tasa, los empresarios del sector financiero han realizado un intenso lobby para revertir esta medida. Cabe hacer notar que las ganancias de la banca alcanzaron un 8,25%, en julio de este año midiendo los últimos 12 meses, siendo una de las industrias de más altas utilidades junto con las AFPs.
Sin embargo, el nivel de endeudamiento de los hogares no ha bajado, y el número de deudores morosos volvió a un punto similar al del año 2012, previo a la ley que eliminó el registro Dicom.
Según el último informe de Deuda Morosa Dicom-Equifax USS, el 34,4% de los mayores de 18 años están endeudados con morosidad cuyo monto promedio nacional es de 1.818.339 pesos. Es decir, aunque la deuda ya no sea con el sistema financiero formal, el negocio del crédito caro está muy presente en nuestra sociedad y los bancos no quieren quedar fuera, por eso buscan volver al ruedo con una TMC que les convenga.
Según el estudio “Los verdaderos sueldos de Chile”, publicado en agosto de 2019 por Fundación SOL, el 50% de los trabajadores chilenos asalariados que trabajan en el sector privado ganan menos de $400 mil y 7 de cada 10 empleados ganan menos de $550 mil líquidos al mes.
El problema, entonces, es que el jugoso negocio del crédito se hace a costa de las y los trabajadores que se ven obligados a endeudarse como forma de suplir los bajos salarios, pagando en cuotas y con altos intereses, educación, salud, cuentas de servicios e incluso los alimentos que consumen mes a mes.
Sin duda, la discusión que debería darse es sobre cómo mejorar los salarios de las y los trabajadores en el país y así evitar que sean víctimas del negocio del crédito y sus intereses usureros.