En la ciudad de Montevideo, entre el 3 y el 5 de mayo, se llevó a cabo un importante encuentro de dirigentas y dirigentes sindicales para profundizar sobre los sistemas previsionales que existen en los diferentes países de la región y la ofensiva que están recibiendo los sistemas de seguridad social desde el capital. En este encuentro, hubo representación sindical de Argentina, Costa Rica, Paraguay, Perú, El Salvador, Brasil, Colombia, Uruguay y de Chile, con una delegación de la Confederación de Sindicatos Bancarios y del Sector Financiero, compuesta por Ana Luz Palleras, Ana Muga, Marco Bonnefoy y Luis Mesina.
El encuentro, organizado por UNI Américas y AEBU, denominado Jornadas Internacionales sobre Sistemas Previsonales, se realizó en la sede sindical de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay, la que dispuso de su auditorio y demás instalaciones para prestar la mayor colaboración a las delegaciones sindicales de los países participantes.
Como resumen, durante los tres días de intercambio y exposiciones sobre los diferentes sistemas previsionales existentes en el Cono Sur, se pudo apreciar los diferentes problemas que enfrentan y las similitudes con las que actúan, especialmente en el caso de los sistemas que contemplan capitalización individual (Colombia, El Salvador y Chile), así como quedó de manifiesto la superioridad en las prestaciones que ofrecen los sistemas previsionales basados en el reparto solidario, cubriendo en el caso uruguayo, a pesar que tiene un complemento de capitalización individual, hasta el 98% de la población en edad de jubilar, un porcentaje similar de cobertura alcanza el sistema previsional argentino.
Durante la primera jornada, expuso nuestro compañero Luis Mesina, entregando una panorámica de lo que está ocurriendo en Chile en torno a la lucha por terminar con las AFP y la capitalización individual y restituir Seguridad Social, relatando la fuerte resistencia que ofrece la oligarquía chilena a perder poder político y económico.
Durante la segunda jornada, expuso el ex Ministro del Trabajo Ernesto Murro, quien también presidiera el Banco de la Previsión Social del Uruguay, institución pública que gestiona y administra el sistema de seguridad social uruguayo, realizando una panorámica de los problemas que tienen los sistema previsionales de la región señalando que siguen siendo los sistemas públicos de seguridad social, basados en la solidaridad, los que tienen un mejor desempeño en la cobertura y pago de pensiones, siendo además, los que mejor contribuyen a la redistribución del ingreso en las naciones disminuyendo la desigualdad.
Uruguay, bajo el gobierno de derecha de Luis Lacalle, vive hoy un ataque a su sistema previsional con una reforma que busca aumentar la edad de jubilación y buscar atacar las cajas previsionales de algunos sectores, especialmente la Caja Bancaria. Esta situación fue relatada por los representantes de las y los trabajadores en el Banco de la Previsión Social y de la central sindical PIT- CNT, manifestando el estado de alerta en que se encuentran si prosiguen los ataques al sistema de pensiones.
Este encuentro internacional en torno a los sistemas previsionales de la Región, se llevó a cabo en la semana de aniversario de la AEBU, organización que alcanzó los 80 años organizando y defendiendo los intereses de las y los trabajadores del Uruguay, demostrando que la fuerza está en la unidad de las asalariadas y asalariados tanto a nivel nacional como internacional.
Declaración Final de la Jornadas Internacionales sobre Sistemas de Pensiones
Como resultado del debate desarrollado en las Jornadas Internacionales sobre Sistemas de Pensiones de UNI, en la ciudad de Montevideo, se ha arribado a la siguiente declaración:
• El movimiento sindical tiene una larga historia de lucha, participación y reivindicaciones respecto a los sistemas de protección social de cada país, habiendo frenado intentos de reforma regresivas para las condiciones de vida de la población, y lo seguirán haciendo en el futuro.
• La seguridad social tiene en su esencia la solidaridad y la redistribución, cumpliendo un papel fundamental, para disminuir la brecha de desigualdad y construir como bases sociales de las fuerzas vivas y productivas de un proyecto de país inclusivo, con justicia social.
• Reivindicamos el instrumento del diálogo social como elemento imprescindible para definir los rumbos de la seguridad social, con la participación directa de todos los actores involucrados, como mecanismo principal para crear sistemas de seguridad social más justos y sostenibles. Solo a través de estos procesos democráticos de debate y de gobernanza se pueden lograr cambios de largo plazo.
• Actualmente numerosos trabajadores y trabajadoras en nuestros países tienen enormes deficiencias en las condiciones de acceso a prestaciones al momento del retiro, así como ingresos extremadamente bajos, muy lejanos a los valores de una canasta básica de subsistencia. Por ello convergemos en una apuesta por una pensión para la sobrevivencia en condiciones dignas para trabajadores y trabajadoras, asalariados y no asalariados, en retribución justa al aporte de su fuerza laboral que ha contribuido a la generación de riqueza.
• Es necesario también, considerar el cambio tecnológico y las transformaciones en el mercado laboral, que constituyen fenómenos que desplazan generalmente a los trabajadores y trabajadoras menos calificados y precarizan sus condiciones de empleo. Específicamente los bajos niveles de formalidad laboral, son una de las perspectivas negativas que a futuro implicarán peores condiciones de acceso a las pensiones.
• Los sistemas existentes, tienen distintos efectos sobre los hombres y las mujeres generando inequidades profundas, dejando por fuera a las mujeres del acceso a pensiones de calidad y suficiencia. Las desigualdades en la etapa activa condicionan el acceso de las mujeres a pensiones dignas, lo que se suma a la falta de reconocimiento de su trabajo no renumerado. Visibilizar y ponerle valor a este trabajo que hacen principalmente las mujeres para sostener la vida de la población, es prioritario de incluir en próximas reformas de los sistemas de pensiones.
• Defendemos los sistemas de beneficios definidos, obligatorios, universales, públicos y basados en la solidaridad intergeneracional. Los sistemas de capitalización individual no han sido eficientes para los objetivos con que fueron creados, sino que además implicaron pérdidas de derechos y de cobertura sustanciales para las grandes mayorías.
• La protección social de los sectores vulnerables y de extrema pobreza, tanto en vejez como en infancia y maternidad, deben ser tomados como base para constituir una prestación básica mínima, sumada a políticas de salud y cobertura frente a las diversas contingencias.
• Las visiones puramente fiscalistas, que se centran en los ajustes de los sistemas, priorizando una reducción del gasto del Estado, conllevan a un retroceso constante de las condiciones pensionarias y jubilatorias, así como a un desmantelamiento de los aspectos fundamentales de la protección social.
• Se hace cada vez más imprescindible financiar los sistemas de pensiones con recursos que no provengan exclusivamente de los aportes obreros y patronales. Es necesario avanzar en reformas tributarias, que financien la seguridad social sobre la base de las grandes ganancias y las fuentes de concentración de la riqueza tanto a nivel nacional como internacional.
• Adicionalmente, el movimiento sindical internacional debe desarrollar una ofensiva a escala mundial, para establecer objetivos concretos de protección para las poblaciones vulnerables y los trabajadores, sobre la base de impulsar el debate sobre la imponente concentración de recursos que desarrollan las elites mundiales.