«Primero quiero expresarles la satisfacción de encontrarme hoy presencialmente con ustedes. No lo hacíamos desde cuando nos reuníamos trimestralmente para conversar de lo que acontecía en el plano de la economía. Valoro mucho la iniciativa de la Confederación de realizar este encuentro que permite divulgar, conocer y profundizar del acontecer teniendo como punto de partida la temática de la evolución durante medio siglo del Mapa de la Extrema Riqueza en Chile, que por lo demás, nos permite profundizar en hechos donde los bancos tienen una importancia muy grande.
El libro que presentamos, el número 18 desde que nació el Cenda, presenta un proceso de un cuarto de siglo, desde 1997, cuando ya gobernaba la Concertación y el primer libro que publicamos, antes del Mapa, fue el “Programa Abandonado”, que en mi opinión es clave para entender en que momento nos encontrábamos. Trata de abarcar el cuarto de siglo siguiente, que en el caso de ustedes tenemos que proyectarlo hacia el proceso vivido por el sistema bancario. Por lo tanto, no puedo hacerlo con el esquema general de presentación de mis libros. En ellos he procedido habitualmente a destacar hechos en la línea de lo analizado en el respectivo texto desde el momento en que lo cerramos para entregarlo a la imprenta, que en este caso fue marzo de 2023, que nos permitió disponer de la estadística básica económica del año 2022, hasta el día de la respectiva presentación.
Para darles un solo ejemplo, como publicamos en el libro, el ranking del Mapa 2022, utilizando como base los balances entregados a la Comisión para el Mercado Financiero, lo encabezó una empresa de inversiones del grupo Luksic, el mayor del país, que tiene prácticamente una sola inversión, efectuada en el exterior en la naviera germana Hapag Lloyd, una de las mayores a nivel mundial, donde posee el 30% de la propiedad y participa en el acuerdo de accionistas que tiene su control. Pues bien, la semana pasada la naviera germana finalizó la adquisición del la empresa portuaria de los Luksic, SAAM, con la excepción del área de remolcadores, en US$995 millones, pasando a ser la mayor empresa portuaria privada de Chile. Ahora bien, ello significa que Hapag Lloyd, donde repito el grupo Luksic posee el 30% de la propiedad, y forma parte del acuerdo de control de la naviera, adquirió SAAM, empresa controlada también por los Luksic. Más aún le transfirió activos en EEUU (Florida), México (Mazatlan), Colombia (Buenavista), Ecuador ( Guayaquil) y Costa Rica ( Caldera). En cierta medida, se la autovendió a una naviera donde tiene posiciones de control. Señalamos también que el primer lugar de la CSAV constituía un liderazgo transitorio, dado que, como la realidad lo empezaba a mostrar, y los hechos lo confirmaron, las elevadísimas tarifas del transporte marítimo descenderían durante 2023.
En el libro que presentamos hoy, desde luego, está presente el sistema bancario, pero obviamente a ustedes les debe interesar que se analice con más profundidad lo acontecido en él. En el tiempo que disponemos destacaré algunos rasgos. Uno, es el nivel elevado de presencia de capitales extranjeros, muy superior al existente, por ejemplo, cuando estatizamos al sector durante el gobierno de S A., en que eran muy pocos y con una presencia mucho menos gravitante. Ellos fueron nacionalizados en negociaciones con c/u de ellos, con la excepción del Banco do Brasil, considerando el entendimiento entre los países de la región que privilegiaba Salvador Allende.
Hoy si analizamos el cuadro de los seis bancos con más colocaciones, cuatro son filiales de bancos extranjeros o forman parte de su estructura de control, como acontece en el Banco de Chile, donde se ejerce desde una empresa conformada con este fin, que tiene una participación igualitaria, del grupo Luksic y el consorcio estadounidense Citigroup. El mayor grupo chileno ha utilizado en su expansión la asociación con grandes intereses globales.
Los otros tres son el español Santander, el Scotiabank y el brasileño Itaú, que ingresó al país en asociación con el grupo Saieh, que sufre desde hace años un prolongado deterioro, que le llevó a perder su presencia en dos esferas claves en su expansión, la de seguros y la bancaria. Completan los seis bancos de mayores colocaciones, el BancoEstado y el BCI controlado por el grupo Yarur Rey, que ocupó el segundo lugar por colocaciones y utilidades a junio pasado.
En el libro yo uso el término de grupos económicos al describir el Mapa de la Extrema Riqueza. Desde luego, la composición de cada uno de ellos no es similar. Me parece útil, analizar aquellos en que está más presente lo financiero, y, por tanto, cuáles forman parte de lo que se ha denominado de oligarquía financiera. Este concepto, en sus orígenes se utilizó para definir a aquellas grandes empresas que poseían monopolios industriales y bancarios y ejercían el dominio económico y político sobre las ramas sectoriales más importantes. Desde que comenzó a usarse este término a la fecha los cambios en la economía son muy grandes. Por ejemplo, la participación proporcional de lo industrial sobre el producto total es hoy claramente muy inferior. El proletariado o el mundo del trabajo también ha cambiado. Se ha producido la gran expansión de los servicios.
Estudios actuales por ello, para referirse a los grupos les dan una denominación más general. Se habla del mundo empresarial. Así sucede, en un estudio reciente donde se afirma de que la concentración empresarial crece a nivel global, y, por tanto, la distribución se hace más inequitativa. El estudio referido a Estados Unidos, de Spencer Kwon, de la Universidad de Harvard, Yueran Ma, de la Universidad de Chicago y Kaspar Ximmermman, del Leibniz Institute for Economic Research, concluyó en que “la concentración empresarial ha aumentado con persistencia en los últimos cien años”. El 1% de las mayores empresas posee – señaló -el 97% de todos los activos, mientras que hace un siglo atrás era de 72%. ( 24/07/23)
¿Cuáles grupos económicos chilenos forman parte hoy, utilizando esta definición de la “oligarquía financiera”? Del libro se deduce que actualmente son cuatro los grupos económicos más poderosos: Luksic, Angelini, Matte, todos los cuales nacen de núcleos familiares, característica que mantienen hasta hoy y el grupo Pampa, controlado por Julio Ponce Lerou, a quien las estadísticas de Forbes consideran el segundo chileno de mayor fortuna después de los Luksic. Pero, de ellos dos forman parte propiamente de la oligarquía financiera así definida. Uno es el Luksic, sin duda el más poderoso de todos. Controla el Banco de Chile, que encabeza, con cifras del primer semestre los rankings de utilidades y colocaciones del sector. Pero lo hace desde una sociedad conjunta conformada en partes iguales con el consorcio financiero estadounidense Citigroup. Las utilidades del grupo se generan mayoritariamente fuera de Chile, donde han efectuado grandes inversiones.
El segundo, es el grupo Matte, que tiene una historia más larga, que posee como centro inicial de su actividad, a la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones y que en la memoria de grado de Ricardo Lagos lo denomina como el grupo Matte-Alessandri. Controló el Banco Sudamericano y actualmente el Bice. Sus inversiones las viene desarrollando en gran medida en el exterior, ante todo en Brasil. El grupo Angelini no tiene bancos y durante algunos años adquirió un cierto desarrollo importante en el negocio de los seguros.
Mientras el grupo Pampa, de Julio Ponce, tiene como centro de su expansión a la sociedad minera no metálica SQM.
Hay otros tres grupos que tienen claramente la estructura de las oligarquías financieras. Son el grupo Yarur Rey, que se desarrolla a partir del Banco BCI, y proviene de capitales provenientes de un momento de auge de la industria textil en Chile. Actualmente es el banco de mayores colocaciones si se considera las efectuadas en el exterior, especialmente en EEUU y también en Perú. El grupo Hurtado Vicuña, que controla el Banco Consorcio, que tiene una gran influencia en el área de los seguros. Tiene presencia, además, en la mediana minería cuprífera, en la industria del cemento y ocupa la presidencia de Entel, en alianza con otros grupos económicos, entre ellos el de los Matte. Y el grupo Falabella, que se expande desde la esfera comercial y posee el Banco Falabella. Es un grupo conformado por un pacto de siete accionistas, la mayor parte de ellos de un origen familiar común, de los Solari.
Hasta aquí hemos hablado del Mapa en el cuarto de siglo que hemos descrito en nuestro libro, pero obviamente hay una historia anterior, que les proponemos verla y divulgarla con ustedes, entre otras razones teniendo en cuenta los 50 años que se cumplen desde el golpe, en que durante la década de los setenta y ochenta vivimos la experiencia de un régimen fascista.
En 1997, cuando escribimos nuestro primer Mapa, tuvimos como un antecedente previo el elaborado por Fernando Dahse, académico de la UC, con antecedentes de 1978, en los primeros años de la dictadura de Pinochet, en su Mapa ocupan los dos primeros lugares, los grupos económicos de Javier Vial y Manuel Cruzat y Fernando Larraín, que en los sesenta formaban parte de “Los Pirañas” y que crecieron espectacularmente después del golpe, el de Vial a partir de instituciones financieras y ante todo de los bancos de Chile e Hipotecario, para extenderse por un amplio campo de actividades, y Cruzat-Larraín transformándose en el más poderoso grupo no bancario, para luego desarrollarse plenamente en el financiero, incluyendo al Banco Santiago, utilizaron siempre los procedimientos de “Los Piraña». Una experiencia que pienso los trabajadores bancarios debieran conocer en detalle.
Son dos grupos de la oligarquía financiera creados de una forma muy específica, expresión de lo que podríamos denominar la oligarquía financiera fascista, usando la violencia económica y extraeconómica con el activo apoyo del régimen y que tuvieron una vida corta porque se hundieron o debilitaron en la crisis de 1983, cuyo relato lo describimos detalladamente en un nuevo libro que ya entregamos para su publicación y que lo construimos en base a las Cartas Económicas semanales, que publicamos desde el año 1975. En este caso con las que escribimos en el exilio y en algo más de un año en la clandestinidad en Chile, que no las teníamos por razones obvias en nuestro poder y que nos fueron recuperadas, por una funcionaria del Cenda, que está hoy aquí con nosotros, Mercedes Gallego, que hizo posible que trabajásemos en el nuevo libro, que abarca el periodo de la dictadura desde el golpe, hace 50 años, hasta la violenta crisis iniciada en 1982 y el primer semestre de 1983.
Luego viene un segundo periodo en los años de la dictadura, con esto finalizo, que los trabajadores bancarios, me parece, también debieran conocer en detalle, con 5 bancos intervenidos (el Chile, Santiago, Concepción, Internacional y la Colocadora Nacional de Valores), gigantescas carteras vencidas no canceladas traspasadas al Banco Central y varios años, durante la dictadura, en que la economía chilena fue dirigida abiertamente por el FMI y los Doce bancos acreedores, encabezados por el Manufacturers Hanover Trusts, del gigantesco endeudamiento externo en que se apoyó el régimen, encabezados por el Manufacturers Hanover Trusts. Las políticas económicas a utilizar debían ser aprobadas expresamente por estas instancias. Me parece es el período más negro económicamente del país, que nos gustaría analizar y divulgar también con ustedes y que pensamos exponer en un nuevo libro. Todo ello aún más actual después del homenaje al fascismo de anoche en el marco del acto al cumplirse 40 años del fallecimiento de Miguel Kast.