Ordenemos las prioridades:

LA VIDA DE LAS PERSONAS POR SOBRE EL NEGOCIO


Como Confederación de Sindicatos Bancarios y Afines, en medio de la crisis sanitara que azota al país y al mundo, consideramos realmente irresponsable la actitud del gobierno de declarar, cuando aún no se ha superado la cima del contagio, el inicio en una “nueva normalidad” e insistir en preparar el “retorno seguro” a los trabajos y a las escuelas, arriesgando con ellos la salud y la vida de la población.

Sin duda, esta acción de las autoridades, responde a los intereses corporativos del gran empresariado, que ha salido profusamente en los medios de comunicaciones con declaraciones que ponen por encima de la vida, la actividad económica y comercial del país, olvidando que bajo el estado de catástrofe en que nos encontramos, se establece que la vida y la salud son los derechos prioritarios a proteger en este período.

Vemos con malestar como la clase política y económica que nos gobierna sigue fiel a sus preceptos neoliberales, de socializar las pérdidas y privatizar las ganancias. Hecho evidenciado en las más de 66 mil empresas que se acogieron a la Ley de “Protección” del Empleo, suspendiendo sus obligaciones salariales con 516 mil trabajadoras y trabajadores, reemplazando su sueldo mensual por el seguro de cesantía ahorrado por los propios asegurados y aseguradas.

En medio de la pandemia, es tal la proliferación de pactos y normativas que ha despachado el gobierno que contradicen la génesis del derecho laboral que la propia Asociación Gremial de Abogados Laboralistas, sacó una carta abierta recordando que “toda normativa laboral, de acuerdo a los Tratados Internacionales ratificados y vigentes, debe estar destinada a proteger al trabajador, quien es la parte débil de una relación esencialmente en asimetría de poder”, no existiendo “una igualdad contractual”, ni la posibilidad de un “común acuerdo”, entre empleador y trabajador.

Como dirigentes sindicales del sector financiero, rechazamos la indolencia con que se ha tratado la crisis sanitaria en nuestro sector, haciendo recaer sobre las y los trabajadores los costos.  Nosotros somos los más interesados en regresar a nuestro lugar físico de trabajo una vez superada la crisis, pues el teletrabajo nos está afectando emocional y económicamente, los gastos en los hogares han aumentando considerablemente (luz, agua, gas, internet, alimentación) alterando los presupuestos y agravando la jornada laboral dado el sometimiento tecnológico al que estamos siendo sometidos por jefaturas que, excediéndose en sus atribuciones, terminan lesionando la salud física y sicológica de cientos de compañeras y compañeros.

Vemos como algunos empleadores, de forma miserable, ha aprovechado esta crisis para implementar anexos de contrato para bajar costos y flexibilizar aún más las relaciones laborales en nuestro perjuicio.

La banca y las empresas del sector financiero ha logrado enormes utilidades durante mucho tiempo, y tiene una deuda gigante con el país y sus trabajadores. Cabe recordar el salvataje al sistema financiero con fondos públicos durante la crisis de 1982-83, conocida como Deuda Subordinada, cuando el Estado transfirió cifras multimillonarias a la banca privada para evitar su quiebra.

La Salud, la vida de las personas está en primer lugar. La empresas del sector financiero han ganado mucho y durante años. Es el momento de poner el negocio al servicio de las personas, de los seres humanos y no al revés.

Confederación de Sindicatos Bancarios y Afines

27 de abril de 2020