El Banco Internacional, cuyo sindicato está afiliado a la Confederación Bancaria, ha procedido a despedir a 30 trabajadores como parte de su proceso de «modernización» y acomodamiento a las condiciones del mercado, según informó el presidente del Sindicato de la institución, Rubén González. El despido de estos trabajadores obedece, según el gerente general, al análisis que se hizo de todos los funcionarios, y que se procedió a exonerar a los «más ineficientes».
El despido se materializó el martes 31 de julio y corresponde en números al 11 por ciento de la planilla general de personal del banco.
– Esto trajo una incertidumbre de proporciones en el banco pues los trabajadores no saben a qué atenerse, no saben si habrá más despidos y en este sentido la administración no nos dio ningún «calmante» – dijo González.
El Banco Internacional era propiedad de la comunidad judía residente y hace algunos meses fue vendido al grupo económico liderado por los ejecutivos de la empresa de informática Sonda, encabezada por Andrés Navarro.
Ante esta ola de exoneraciones, el presidente del sindicato sostuvo una intensa reunión con el nuevo gerente general de la institución, Juan Enrique Villajuana, y a raíz de ella González puede decir que «hoy conozco las nuevas políticas de recursos humanos y de acuerdo a ellas el banco quiere, según lo que se nos ha dicho, ser un banco con «trabajadores productivos y eficientes».
El sindicato teme que desde ahora en adelante la persona que no cumpla con las metas establecidas simplemente vaya a ser exonerada.
-Nosotros como sindicato rechazamos tajantemente esta situación pues sabemos que no todos los trabajadores somos iguales. Creemos que el banco debe cuidar casos como el que la mayoría de los despedidos son antiguos y si no rinden en un puesto debiera trasladarlos a otro lugar de trabajo, pero no simplemente optar por lo más fácil que es despedir trabajadores, dijo González.
El dirigente agregó que los sindicalistas del banco «estamos en contacto con los despedidos, y dentro de lo poco que se puede hacer estamos pidiéndole al banco que entregue beneficios adicionales a los exonerados y que se les imparta cursos de capacitación para lograr su reinserción laboral».
El dirigente teme que haya nuevos despidos debido a que cree que habrá un reciclaje de trabajadores y que los que no calcen con los criterios aplicados simplemente sean exonerados.
En la misma reunión el gerente general sostuvo que no accedía a entregar un bono extraordinario de incentivo a sus trabajadores argumentando que no existen condiciones para ello y que sólo en 4 años más el banco va a estar al nivel de las demás instituciones similares y que entonces se puede estudiar esta medida.
-La verdad es que he vivido 25 años en el banco y nunca he escuchado algo diferente – dice González-. Han transcurrido cinco gerentes generales desde que estoy en la institución y todos han dicho que primero tenemos que «ponernos la camiseta y después pedir beneficios» y este gerente no fue una excepción: nos dijo exactamente lo mismo-.
Ante esta situación el sindicato estima que se debe tender a aumentar la tasa de afiliación sindical para ser más representativos y poder exigirle al banco sus justas demandas.
Actualmente el sindicato tiene 55 afiliados y de ellos la empresa despidió a nueve integrantes, por lo que quedaron 46 en el marco de de un total de 280 trabajadores laborando en la institución.
La tesis que maneja Rubén González es que este banco fue comprado por los ejecutivos de Sonda para hacerlo más eficiente y en tres o cuatro años más fusionarlo o venderlo a un precio mayor a otro grupo económico sin preocuparse del bienestar de sus trabajadores.
Hay que considerar que históricamente la tasa de mercado que ha ocupado el Banco Internacional ha sido muy pequeña.
De acuerdo al sindicalista, es difícil que los nuevos dueños del Internacional lo mantengan en su poder mucho tiempo pues el mismo nunca va a ser un banco grande pues para convertirlo en uno así se debe invertir mucho dinero.
Un criterio a considerar es que los trabajadores del Banco Internacional negocian colectivamente en 2008 y «para ello queremos llegar fortalecidos interna y externamente» dijo González. La demanda más importante de estos trabajadores es lograr sueldos de nivel de mercados, debido a que sus rentas se encuentran por debajo de la media en la banca nacional.