Los dirigentes del recién nacido sindicato de la empresa de nuevas tecnologías del Grupo Santander, Altec, están en plena tarea de conducir la primera negociación colectiva en la empresa en un proceso en donde no descartan llegar a la huelga si la compañía no accede a sus demandas.
Eduardo Franulic, presidente, Manuel Astorga, tesorero y Sergio Valdés secretario del sindicato, cuentan que Altec es la empresa de tecnologías –fundamentalmente de computación- del grupo Santander para Latinoamérica. Fue creada en 2001, posee su base en Santiago pero tiene personal chileno y extranjero y atiende a bancos del grupo en América del Sur y centro. En ella trabajan 600 personas contratadas además de unos 400 trabajadores externos. Ellos son el soporte tecnológico de todo el grupo bancario en el continente y su gerencia depende directamente de España.
El sindicato nació debido a que los trabajadores se sintieron excluidos de la negociación colectiva que realizó el personal del banco en 2006. La agrupación nació el 9 de noviembre del año pasado y en una semana reunieron 40 socios. Hoy tienen 261 integrantes y siguen creciendo.
-Creamos el sindicato y sentimos la necesidad de confirmar los beneficios que hasta ese momento teníamos –cuenta Astorga.
En la negociación colectiva los dirigentes quieren mantener los beneficios que sostienen como empleados de un grupo financiero, a diferencia de la lógica de la empresa que los quiere igualar a empresas tecnológicas similares.
Las peticiones del pliego incluyen incrementos de salarios reales entre un 6 y un 9 por ciento, la mantención de las indemnizaciones sin tope de monto y años, y del esquema de bonos obtenido y una reajustabilidad del IPC trimestralmente. Los trabajadores plantean una negociación a dos años. Durante las conversaciones la empresa ha dicho que tiene la voluntad de hacer extensivos los beneficios a todos los trabajadores de Altec.
La negociación partió a comienzos de diciembre, pero sólo el 10 de enero se dio curso al calendario regular del proceso, de manera que el 14 de febrero es la fecha tope que tiene la empresa para responder a las peticiones de los trabajadores.
-Diría que estamos bastante lejanos porque ninguno de los puntos relevantes que pedimos están resueltos. Si la empresa no entrega una respuesta satisfactoria, tenemos fijada la votación de la huelga para el 21 de febrero. Somos extremadamente sensibles para el Grupo, y ellos no debieran estar dispuestos a no contar con el soporte tecnológico a sus empresas– dice Astorga.
