La urgencia de votar como mujeres, madres, trabajadoras y feministas


Ya lo hemos dicho fuerte y claro antes. El mundo está cuesta arriba para los pobres, más aún si eres mujer, más si eres de distinta raza, migrante o indocumentada. Al pobre le dan en el piso, lo patean en la acera con una educación mercantil, una salud indigna, un sistema de pensiones miserable, la precarización del empleo, la persecución a la sindicalización, un sistema de transporte deficiente y caro, las deudas apremian. Pero, además, si eres mujer estás expuesta a la lascivia, al ninguneo, a un salario menor que al hombre por el mismo trabajo, a que te agredan, a que te violen, a que te maten, a que te saquen los ojos. La realidad supera la ficción y la escalada es brutal.

Desde hace años, desde nuestra Confederación Bancaria y del Sector Financiero, venimos denunciando las injusticias del sistema patriarcal que nos reprime en todos los aspectos de nuestra vida. Hemos levantado banderas de lucha contra la violencia hacia nosotras, contra la desigualdad de género en los salarios y la condena que significa la doble jornada, que implica que nos hagamos cargo de nuestro trabajo y a la vez de las labores domésticas y de cuidado, que tanto nos esclavizan.

Sumado a esa situación histórica nos encontramos hoy con una candidatura abiertamente anti mujeres. El programa del candidato José Antonio Kast, además de plantear retrocesos en diversos ámbitos, no reconoce la libertad que tenemos sobre nuestros cuerpos y nuestra autonomía. Se trata de un programa retrógrado, que nos hace retroceder en derechos obtenidos por una larga lucha del movimiento feminista y de mujeres.

Hasta ahora, no hemos visto que existan propuestas políticas en clave feminista desde el sector político que representa el señor Kast. No hay señales que permitan confiar en que la mujer se pondrá en el centro de la discusión, por ejemplo, en materia laboral.

Al contrario, somos nosotras las que hemos observado cómo nuestros avances en materia de empleo van retrocediendo. En esta crisis sanitaria, se intensificaron nuestras dobles jornadas, empeorando nuestra salud mental y física. Pero no podemos olvidar que las mujeres siempre hemos estado en una crisis constante con el sistema patriarcal, que ahora se puede profundizar con un gobierno de ultraderecha.

Es importante generar una articulación entre las mujeres trabajadoras para enfrentar al candidato del pinochetismo, de las grandes riquezas, del patriarcado más salvaje. No podemos quedarnos en el voto, también es necesario tomar acciones en la conducción de nuestras organizaciones y en la formulación de propuestas para abordar las próximas elecciones, en las que es imperioso impedir el avance de la ultraderecha fascista, como ocurrió en Brasil y Argentina. Debemos votar tanto desde nuestra realidad de mujer, madre y trabajadora, como desde la militancia feminista, rechazando al candidato que pretende retroceder en derechos de las mujeres.

Por Pamela Henríquez

Presidenta

Confederación de Sindicatos Bancarios y Afines