• Ahora el Scotiabank, de capitales canadienses adquirió el Banco del Desarrollo, entidad mayoritariamente de capitales nacionales y se apresta a reducir considerablemente el número de trabajadores, mediante despidos masivos.
En su estrategia de adquirir mayores cuotas de participación en el mercado nacional, el Banco Scotiabank adquirió el Banco del Desarrollo, entidad que orientaba su diseño comercial hacia los sectores de la pequeña y mediana empresa. Con ello, aumentará su presencia en el país, pero traerá como consecuencia la disminución de importantes plazas de trabajo.
Con justa razón los trabajadores se preguntan para qué sirve la inversión extranjera en nuestro país. Los efectos evidenciados por la experiencia, demuestran que la adquisición de activos chilenos por parte de las grandes corporaciones extranjeras sólo provoca desempleo, encarecimiento de los bienes y servicios y, por consiguiente, un deterioro de las condiciones para todos los ciudadanos chilenos.
El drama de la inversión de las grandes corporaciones consiste en que, junto con destruir el medio ambiente, saquear las riquezas nacionales, conculcar derechos esenciales de los trabajadores, van dejando una estela de exterminio de todos los derechos conseguidos a lo largo de la historia, lo que obliga a pensar y repensar una nueva estrategia desde las organizaciones de trabajadores para hacer frente a la actual dinámica del mundo financiero.
La Confederación Bancaria en la línea definida en su reciente Congreso decidió apoyar todos los procesos sindicales del sistema financiero que busquen hacer frente a las embestidas del capital transnacional, en este contexto, se participó en una movilización de apoyo a los compañeros del Banco del Desarrollo que buscan evitar que el costo de los despidos continúe golpeándoles.