Itaú, reparto de utilidades y cuestionamientos a la Banca


15 de ABRIL de 2016 /VALPARAISO Una persona camina por el banco Itaú, durante la leve llovizna que registró en la región de Valparaíso. FOTO: PABLO OVALLE ISASMENDI/AGENCIAUNO
Columna de opinión
de Javier Márquez Gómez

El 24 de marzo salió en algunos medios de comunicación una nota sobre el reparto de utilidades a los accionistas y lo sorprendente es que el Banco Itaú se adelantó a todos y aprobó el reparto del 100% de las ganancias del periodo anterior, lo que equivale a $127.065 millones.

Posteriormente el Banco Central y la Comisión para el Mercado Financiero sugirieron a las entidades financieras ser prudentes con este tema a raíz de la crisis sanitaria y económica en curso.


La banca ha sido cuestionada por la ciudadanía al ser beneficiada por los programas del Banco Central (FCIC y LCL) y a partir de este mes del FCIC 2, que en total significan US$40.000 millones a disposición de las entidades financieras. Esto contrasta con las ayudas ofrecidas a la población que principalmente son créditos, es decir, deudas.


A pesar de que el tema del reparto de utilidades es algo normal y está dentro del marco legal, en esta época de pandemia se ve como algo poco ético, especialmente desde el punto de vista de los trabajadores que se han debido someter a ajustes, negociaciones bajo presión o postergación de estas.

Mucha gente fue despedida previo a la pandemia a raíz de la implementación tecnológica y ahora con la crisis económica y sanitaria existe mucho temor al respecto. El Banco Itaú, en el intertanto, declaró que “en esta crisis es la primera vez en que la banca no es parte del problema, es parte de la solución” lo que también generó críticas.


La guinda de la torta se produce ahora cuando el banco declara una pérdida contable cercana a los US$1.000 millones lo que nuevamente lleva a reforzar y cuestionar el reparto de utilidades. Los accionistas no son tocados, pero la crisis la pagan los trabajadores en general y en este caso particular, aunque las autoridades del Banco Itaú aseguran que la operación y liquidez del banco no está en riesgo, los trabajadores inevitablemente sumarán otro temor, perder la fuente de trabajo.