El 2009 estuvo marcado por grandes desafíos para la Confederación Bancaria, -la única multisindical de los empleados financieros del país-.
A comienzos de año, y producto de los efectos de la crisis económica mundial en Chile, se sufrió el despido de alrededor de 6 mil trabajadores bancarios. Fue un duro golpe que se enfrentó a través de denu
ncias públicas profusamente divulgadas por los medios de comunicación. Los despidos en el sector son un contrasentido, toda vez, que la banca es una de las pocas industrias que continuó y continúa obteniendo millonarias utilidades gracias, entre otras cosas, al apoyo del Estado, es decir, de todos los chilenos. Lo que ocurrió es que para sostener sus tasas de ganancia, los dueños de la banca hicieron pagar la crisis a los trabajadores. En otras industrias –como la construcción y el comercio-, la cesantía fue todavía más violenta y, en general, aún Chile se mantiene con alrededor de un 10 % de desempleados.
En general, los dueños de la banca actuaron corporativamente, privilegiando sus intereses por sobre la reactivación económica y el desarrollo del país. Por eso sigue siendo una tarea pendiente a nivel de país, que el sector tenga mayores regulaciones y se ponga al servicio de los intereses de la sociedad toda, de los usuarios, del futuro de Chile. Para semejante desafío, los trabajadores bancarios somos insuficientes: necesitamos del convencimiento de gran parte de la comunidad nacional para presionar a las autoridades sean del color que sean.
LA DESIGUALDAD
Por otra parte, la desigualdad de ingresos en el sector es groseramente vergonzosa. Mientras el promedio de los empleados obtienen por su trabajo $ 300 mil pesos, las gerencias ganan hasta 55 millones de pesos al mes. En este sentido, la banca aporta sustantivamente al triste ranking que tiene a Chile como uno de los 15 países con peor distribución de la renta del planeta. De aquí la justicia absoluta de las demandas salariales de los bancarios.
LA COLUSIÓN BANCARIA
En otro ámbito, debido a la notoria “colusión” bancaria en materia de intereses usureros para los clientes y empresas, sobre todo pequeñ
as y medianas, la Confederación decidió efectuar una demanda pública y exigir la renuncia del Superintendente de Bancos, quien juega claramente de lado de los dueños y no de la sociedad y los trabajadores. Aquí nuevamente la Organización hizo noticia. Las denuncias y movilizaciones de los dirigentes lograron que el gobierno, a través del BancoEstado, traspasara parte de la baja de intereses del Banco Central, al menos, a los créditos hipotecarios. Ello impacto inmediatamente en el mercado privado bancario, obligando a las instituciones a bajar también los intereses para beneficio de miles de chilenos. De ahí el desprecio y rabia que siente contra la Confederación el Presidente de la Asociación de Bancos, Hernán Somerville.
DEMANDA CONTRA LAS AFP`s
Pero allí no terminó el quehacer de la Confederación. Debido a las pérdidas multimillonarias en lo correspondiente a los ahorros administrados por las AFP’s, se resolvió iniciar una demanda judicial contra cada una de las AFP, empezando por ING Capital, con el objetivo de lograr una indemnización ante la pésima administración privada y especulativa de las platas. En la actualidad se está en la primera parte de esta acción legal. Es preciso que más trabajadores banca
rios se sumen a la demanda para dotarla de mayor fuerza y posibilidades de éxito. Sin embargo, más allá de la lucha legal contra el robo a mansalva de los ahorros previsionales, la Confederación apuesta a mediano plazo, junto a amplios sectores de trabajadores de todas las áreas, a bregar por imponer un sistema de seguridad social, como el del INP, pero corregido, que garantice no sólo jubilaciones dignas y que alcancen para vivir cuando los trabajadores pasen al sector de empleados pasivos, sino que también contenga beneficios en salud y educación.
El 2009 ha sido un año duro para todos. Pero la unidad granítica de los trabajadores organizados ha resistido un escenario que podría haber sido más adverso. Queda mucho, mucho, mucho por hacer. Hay que luchar por mejores condiciones de trabajo y salarios decentes; hay que luchar contra la precarización del empleo y la subcontratación; hay que luchar contra la extensión de la jornada laboral y por una mejor distribución de las utilidades de la industria financiera. Y para ello, la Confederación confía en ustedes, en sus convicciones, su vocación unitaria e insobornable, su compromiso sin precio por los intereses de sus socios y trabajadores. El 2010 la Confederación tiene que ser más fuertes para alcanzar objetivos superiores. Los hechos indican que sólo los trabajadores, unidos y claros, podrán alcanzar una mejor vida para todos. No hay más alternativa, cuando los empresarios, chilenos o extranjeros, sólo buscan su lucro inmediato a costa del trabajo de los empleados y la necesidad de los usuarios.
Directorio Nacional
Confederación de Sindicatos Bancarios de Chile
Enero de 2010
