Como un conflicto país interpretó Luis Troncozo- Presidente del Sindicato de Minera Escondida-la actual paralización que mantienen los trabajadores en una de las minas más grandes del orbe.
El dirigente manifestó su desilusión con las autoridades gubernamentales debido a su escasa voluntad de participar en la solución del conflicto, argumentando que con la cantidad de días que se encuentra paralizada la mina “ya se hubiese cancelado tres veces el petitorio inicial”.
Añadió que “el consorcio internacional se ha abocado a crear temor en las familias de los huelguistas mediante circulares, visitas y llamadas telefónicas a sus parientes bajo la amenaza de que si no reanudan sus labores serán despedidos de forma inmediata y sin ningún tipo de beneficios”.
Precisó además, que “indigna la prepotencia e impunidad con que actúan los representantes de la transnacional” y solicita al gobierno que defienda con mayor vehemencia los intereses de los trabajadores chilenos y que no actúe del lado del empresariado extranjero.
Respecto a este punto la abogada Nancy Stwhas, en compañía de los dirigentes del gremio, presentó cargos contra la transnacional por “tácticas desleales contra familiares de los trabajadores en huelga para obligar a estos últimos a deponer la movilización bajo presiones de fuerza moral”.
Por su parte, el Presidente de la Central Unitaria de Trabajadores-CUT- Arturo Martinez- manifestó su deseo de que se vuelva a discutir el tema de una “nueva nacionalización del cobre”, pues asegura, “los abusos seguirán siendo parte del inventario de estas empresas transnacionales si es que no se legisla prontamente sobre esa materia”.
