A un paso de materializar la huelga legal que fue votada se encontró el Sindicato de Trabajadores de la sede en Chile del Banco de la Nación Argentina compuesto por 13 trabajadores de un total de 28 que laboran en la sede de Morandé de esta institución y que realizó su proceso legal de negociación colectiva.
El banco corresponde al Banco del Estado Argentino y que es vital para el funcionamiento de las empresas estatales en su relación con Chile y las que se benefician del comercio bilateral entre ambos países.
Según informó Hernán Domínguez, presidente del sindicato que está afiliado a la Confederación Bancaria, el 29 de noviembre los trabajadores votaron la huelga rechazando la última oferta de la empresa.
De acuerdo a los antecedentes recabados, la posibilidad de que se aprobara la huelga era muy alta debido a que las aspiraciones económicas de los trabajadores distaban mucho de lo que les propone la empresa y a que los funcionarios estuvieron siempre decididos a lograr sus demandas.
Finalmente luego del quinto día en que se aceptan los buenos oficios de la Inspección del Trabajo el sindicato llegó a un acuerdo con la empresa.
Los trabajadores finalmente firmaron un contrato de cuatro años de duración con un incremento líquido de remuneraciones de 14 mil pesos para todos los funcionarios sindicalizados y un bono de término de conflicto de 195 mil pesos. Asimismo lograron incorporar al contrato la entrega de las gratificaciones que antes era sólo un beneficio de palabra y el aumento en el cupo para créditos al personal de hasta cuatro sueldos brutos. Finalmente lograron incorporar al documento la cláusula que les permite retirarse de su trabajo a las 17.11 horas los días viernes.
El petitorio inicial de los trabajadores incluía un incremento de 16 mil pesos por sobre sus sueldos actuales y el banco sólo ofrecía 10 mil. Asimismo solicitaron un bono de término de conflicto de 180 mil pesos, en circunstancia que el banco sólo ofrecía 100 mil. De la misma forma, los trabajadores pedían una reducción de las horas trabajadas de acuerdo a las nuevas estipulaciones del Código del Trabajo y terminar con las diferencias entre el personal sindicalizado y el no haciendo indefinidas las gratificaciones.
El presidente del sindicato, Hernán Domínguez, dijo que los trabajadores quedaron con sensaciones encontradas al término del proceso, con el anhelo incumplido de que el contrato no durara más allá de dos años.
En general, según el presidente del sindicato, el Banco mantiene una política de segregar en todo el ámbito laboral al personal sindicalizado del que no lo está, beneficiando a éste último para desincentivar la organización de los trabajadores.
Respecto al papel de la Confederación Bancaria en el conflicto, Domínguez señaló que su intervención “fue el piso desde el cual partimos para negociar” y que significó un apoyo invaluable.
El dirigente indicó que el personal valoró que no se perdieran beneficios en la negociación pese a que el gerente general de la sucursal Santiago del Banco Nación es nuevo y que durante el proceso sólo deseó siempre enmarcarse en las instrucciones que llegaron desde Buenos Aires.
Los trabajadores siempre se manifestaron exigentes basados, entre otros argumentos en el hecho de que durante la crisis económica que sufrió el vecino país durante 2002-2003, los funcionarios chilenos aceptaron menores mejoras en sus condiciones de trabajo en el entendido de que en un futuro estas cambiarían si las condiciones en Argentina variaban.
La última negociación colectiva protagonizada por estos trabajadores se produjo en 2004.