TRIUNFO DE LA CONFEDERACION DE TRABAJADORES BANCARIOS
Como una victoria de los trabajadores bancarios fue considerada la reciente disposición evacuada por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras contra la discriminación ejecutada por las empresas bancarias a través de contar con sucursales exclusivas para clientes preferentes, en desmedro del público en general.
Desde el 2006, la Confederación de Sindicatos Bancarios –única multisindical del sector- viene planteando que el surgimiento descontrolado y atentatorio al servicio público de la Banca chilena se ha expresado en la instalación de oficinas exclusivas para clientela , y últimamente, para los llamados «clientes prime».
FIN A LAS SUCURSALES EXCLUSIVAS
La circular de la Superintendencia , firmada por su principal autoridad, Gustavo Arriagada Morales, señala que «cuando se trate de recintos que tengan por función la atención únicamente de clientes a los que el banco quiera darles un trato especial, tales recintos deberán instalarse al interior de una oficina abierta al público en general, no siendo admisible la apertura de locales con acceso directo desde la calle.»
Asimismo, la orden agrega que «toda oficina bancaria debe atender a todas las personas que ingresen al local, sin discriminar si se trata de un cliente habitual, ocasional, o bien sólo de personas que solicitan información.»
TRIUNFO DE GESTIÓN SINDICAL
El Director de la Confederación de Sindicatos Bancarios, Marcelo Rojas, indicó que esta disposición –que debe cursar desde el 31 de enero de 2008- «es una medida que hace justicia a una actuación de los dueños de la Banca que violentaba el servicio público y la atención generalizada que debe, legalmente, garantizar toda institución financiera. Las sucursales exclusivas privilegiaban la ganancia de las empresas bancarias, mientras las oficinas dedicadas al público general, menos lucrativas, tienen un formato más económico, engorroso y lento.»
Marcelo Rojas puntualizó que la medida de la Superintendencia demandada por la multisindical «corrige el cumplimiento de la ley y, naturalmente, no sólo favorece al conjunto de la comunidad, sino también a los trabajadores que se veían impuestos a infringir la ley, sobre todo en lo concerniente a la ley general de cheques, cuestión que provoca habituales e injustos problemas con el público, debiendo recibir agresiones y ofensas, en particular los cajeros, jefes operativos, ejecutivos de cuenta y vigilante. Esta es una verdadera victoria de la Confederación.»
Según la circular de la Superintendencia , las instituciones financieras cuentan, desde el 31 de enero de 2008, con un plazo de 90 días para que se extienda a todo el público la atención habitual que les corresponde ofrecer.
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