Frecuentemente se usa el concepto de crecimiento económico como si designará aumento del bienestar. Pero Crecimiento y Desarrollo no son necesariamente sinónimos.
Normalmente el crecimiento económico se mide comparando el instrumento estadístico conocido como PIB (Productos interior Bruto) de un periodo con el anterior.
El PIB es la suma de todos los bienes y servicios producidos en un área determinada, en un periodo dado. Normalmente cuando se dice que el crecimiento de la economía chilena fue de 3,5% por ejemplo, lo que se está diciendo es que comparado el PIB de un año determinado con el anterior hubo un aumento en el último periodo de 3,5%. Se suele ocupar alguna divisa internacional como el dólar norteamericano o el Euro para calcular los resultados.
El PIB nominal tiene la limitación que incorpora la inflación de la moneda en que se da el resultado estadístico, para que sea comparable sobretodo en series largas de años, se deflaciona (es decir, se quita el efecto de la inflación), tomando el valor de la moneda de un año de referencia.
El poder adquisitivo de la divisa no es el mismo en distintos países. Con el objeto de facilitar las comparaciones entre distintos países se suele usar un dólar ajustado a valores de paridad de poder adquisitivo (PPA).
Es importante entender porqué el PIB no es una medida de bienestar. El PIB sirve para medir los flujos monetarizados del producto. Es un instrumento estadístico puramente cuantitativo, y por lo mismo sirve muy bien para medir flujos monetarios de producción, independientemente de la calidad de los bienes o servicios producidos, o dicho de otra manera suma bombas de racimo con pan o mantequilla, contaminantes con la actividad económica necesaria para su limpieza, o para tratar las enfermedades producto de la polución. Actividades con fuertes externalidades negativas, de transporte, contaminación y agotamiento de recursos naturales, que perjudican la calidad de vida presente o futura se suman al PIB, sin descontar los efectos negativos.
Por otro lado, el PIB no incorpora actividades sin valor monetario, aún cuando sean importantes para el bienestar de la comunidad. Por ejemplo quedan fuera todos los servicios y producción familiar de autoconsumo, el trueque, el voluntariado, trabajo de reciprocidad comunitario como la minka o minga, que en algunas sociedades pueden ser componentes importantes de su vida económica y social.
Entre los principales asuntos que no se incorporan en la estadística del PIB tenemos: Distribución de la riqueza; Transacciones fuera del mercado; Economía sumergida; Valor de activos acumulados, Economía no monetaria y producción de subsistencia; Mejoras en la calidad e innovación de nuevos productos; Que bienes y servicios se producen; Sustentabilidad del crecimiento; Externalidades negativas.
La sociedad capitalista se ha caracterizado por un aumento desigual pero geométrico de la productividad. El producto producido por la población es cada vez mayor, a pesar de las permanentes crisis y conflictos bélicos, cuando se resuelven generalmente se produce un salto tecnológico y el PIB resultante es mayor.
Aunque no hay identidad entre bienestar y crecimiento, en principio se puede aceptar que hasta ahora el crecimiento ha ido asociado con algunos parámetros relevantes de mejora en el nivel de vida, como esperanza de vida promedio o años de escolaridad. Lamentablemente la mayor productividad y PIB en las economías ha ido asociado con despilfarro, consumo innecesario y crecientes presiones destructivas sobre el medioambiente, así como una profunda desigualdad a escala de las sociedades y del planeta.
No obstante, detrás de la carrera por el crecimiento del PIB, hay la idea que el crecimiento puede ser ilimitado. Pero no tiene sentido hablar de crecimiento ilimitado en un planeta con recursos finitos. En las últimas décadas China ha tenido un crecimiento espectacular. Su PIB está alcanzando el de Estados Unidos, y lo superará en el futuro inmediato. Por otra parte el PIB per cápita, todavía está muy lejos del de los países capitalistas desarrollados. Sin embargo, se necesitarían cuatro planetas Tierra para que los chinos, alcanzaran el PIB de Estados Unidos y su modo de vida, bienestar y despilfarro.
Por Patricio Guzmán S.
