Delegados de sindicatos del sector financiero de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Paraguay junto con compañeros bancarios de Perú, se reunieron la semana pasada en Lima, para defender el rol de la banca pública y su papel de fomento, desarrollo nacional y anti-cíclico en tiempo de desaceleración del crecimiento, al estimular una política monetaria expansiva del crédito productivo y el consumo.
Por una Banca Nacional de Fomento y Desarrollo
La participación del Estado, a través de una banca nacional de desarrollo y de fomento, es muy determinante para orientar el proceso de desarrollo sustentable y reactivación del crecimiento económico y social. A diferencia de la banca privada, animada únicamente por maximizar el lucro, un ‘banco de desarrollo’ financia, normalmente a una tasa de interés inferior a la del mercado, proyectos cuya finalidad es promover el desarrollo social y económico.
Los delegados estuvieron de acuerdo en la necesidad de movilizarse para impedir la privatización de la banca sin fines de lucro, como en el caso de Perú en particular, donde se apoyaron los esfuerzos de nuestros compañeros peruanos para detener la privatización del Banco de la Nación, y la tercerización de sus sucursales que están siendo transferidas a empresas privadas como Prosegur.
El pasado viernes 17 de julio, los sindicalistas del sector financiero peruanos y de los otros países latinoamericanos presentes participaron en una marcha por el distrito de San Isidro, donde se encuentran las casas matrices de la mayoría de las instituciones financieras. La marcha se detuvo en los principales bancos donde los dirigentes de la Federación Bancaria del Perú, denunciaron las políticas de persecución anti sindical, que incluyen acoso a los afiliados y despido de dirigentes. La marcha culminó en el Banco de la Nación.