Estamos indignados por el brutal ataque y las quemaduras que sufrió el trabajador, Pablo Ramírez Arias, de Servipag, que trabajaba en Hualpen, dentro del Supermercado Mayorista 10, por dos delincuentes que lo rociaron con combustible y le prendieron fuego para asaltar la caseta donde trabajaba.
Junto con manifestar nuestra solidaridad, con el funcionario agredido que se debate entre la vida y la muerte, y con su familia, exigimos una investigación seria y el máximo castigo a los hechores.
Sin embargo hay responsabilidades adicionales que no podemos pasar por alto, si queremos evitar que hechos como el ocurrido en Hualpen se repitan. Hace poco tiempo denunciamos, ante el OS10 y la opinión pública, las pésimas condiciones, la falta de seguridad y encierro en casetas de metraje mínimo fáciles de atacar, de Servipag al interior de supermercados. Esas condiciones inhumanas de trabajo ponen en peligro a los funcionarios que laboran en ellas, y facilita el accionar de los delincuentes.
Tras la ola de asaltos a cajeros automáticos las autoridades se han preocupado de aumentar la seguridad en estas maquinas, pero no han tenido la misma preocupación cuando se trata de los cajeros que son personas. Vemos con estupor que la seguridad del dinero y las cosas parece estar sobre la vida humana de las personas.
En Chile se ha desarrollado un sector financiero desregulado, en el que no se respetan las obligaciones de seguridad con un estándar similar al que tienen que cumplir los bancos, y que deriva de la particularidad de un sector que mueve dinero. Esta permisividad pone en riesgo la integridad física de los trabajadores. Esto ha quedado nuevamente demostrado, en esta ocasión de manera dramática.
Demandamos que se exijan normas de seguridad, tanto en la infraestructura como en la vigilancia, adecuadas para el sector financiero – similares a las que rigen para los bancos – a empresas que como Servipag, son producto de la desregulación del sector.
Exigimos también que la empresa Servipag se haga cargo de todos los gastos no cubiertos de atención médica, rehabilitación, y también de los costos de oportunidad asociados, que tendrá en el futuro el trabajador.
Santiago, 03 de agosto de 2015.
Confederación de Sindicatos de Trabajadores
Bancarios y Afines – CSTEBA
