El Gobierno argentino nacionalizará las administradoras de jubilaciones y pensiones del BBVA y de otras entidades financieras internacionales. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció a todo el país por cadena nacional, el final de «Consolidar» -la compañía de retiros del BBVA- así como de todas las otras Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), que constituyen el sector previsional privado.
Las AFJP, que son el símil de las AFP chilenas, comenzaron su actuación en Argentina de las manos de grandes bancos internacionales -entre ellos, los españoles Santander y BBVA- en 1994 cuando el entonces presidente Carlos Menem, y su ‘superministro’ de Economía, el ultraliberal Domingo Cavallo, privatizaron parcialmente (al igual que en Chile en 1981 bajo Pinochet) el sistema estatal de jubilaciones y pensiones.Entre los argumentos para la nacionalización, que requerirá de una ley del Congreso, el Gobierno esgrimirá que las AFJP vienen descapitalizándose por la crisis financiera global, ya que sus fondos están invertidos en acciones y bonos, por lo que en última instancia el Estado igualmente debería rescatarlas, junto a sus clientes.
El secretario general de la central sindical argentina CGT, Hugo Moyano, diagnosticó que a raíz del terremoto financiero mundial «la situación de las AFJP es lamentable» y que ello «deja al descubierto la gran estafa que fueron la creación de las administradoras» de fondos de pensión y jubilación privadas. «Con esta crisis las AFJP han perdido una cantidad impresionante de dinero y esto perjudica a los futuros jubilados, y por eso creemos que el gobierno debe tomar medidas que garanticen que los hombres y mujeres cobren este dinero», redondeó.
En nuestro país la situación de las AFPs no es diferente, parece oportuno como señalara el Economista Manuel Riesco “tomar las precauciones del caso (…) ya no se trata de insistir en la enorme irresponsabilidad que ha significado el conjunto de medidas que ha permitido que más de la mitad de los fondos se encuentren invertidos en acciones y otro tanto en el extranjero”, sino de cautelar, por tratarse de un bien superior los recursos de millones de trabajadores.
Parece del todo necesario y justo avanzar en la intervención inmediata de las AFPs. Resulta inmoral que los responsables de conducir a la baja los fondos de pensiones de millones de trabajadores continúen recibiendo multimillonarios sueldos a costa del deterioro de los imponentes. El sistema de “ahorro forzoso” implementado por José Piñera en plena dictadura, ha permitido el enriquecimiento de un puñado de propietarios y administradores de las AFPs y continúa manteniendo en la total incertidumbre a los verdaderos propietarios.
Al igual como decididamente intervino la mandataria argentina, es necesario que la presidenta Bachelet asuma su compromiso de gobernar para la gente defendiendo a las mayorías que la apoyaron interviniendo en defensa de los recursos previsionales de los imponentes de las AFPs
