El capitalismo global no consigue salir de su crisis.


La masiva producción de dinero adicional en Estados Unidos, la llamada Flexibilidad Cuantitativa (Quantitative Flexibility) les ha permitido capear lo peor de la recesión y de las posteriores recaídas, pero el grueso del dinero ha ido a la especulación financiera, no a un relanzamiento sólido de la economía real. Ha aumentado el endeudamiento, y el verdadero cáncer de las burbujas especulativas, incluso en la bolsa, con la amenaza futuras de repetición de crisis como la del 2008 a escala global, y de forma multiplicada. Pero las economías más importantes con la recesión como amenaza permanente se han vuelto adictas a la droga de los estímulos monetarios. Estamos frente a la paradoja del paciente amenazado de muerte por la morfina que alivia sus padecimientos, pero empeora su estado de salud.

El mayor enfermo del momento parece ser Europa, con Alemania en el centro de la tormenta. Esa misma Alemania que hasta ahora parecía la locomotora de la economía de una Europa recesiva o en lento crecimiento, e impulsaba la austeridad como el remedio. Pero la austeridad aplicada durante años ha servido para precipitar la crisis de muchos países, especialmente del sur europeo, y aumentar la caída de los niveles de seguridad y de vida, especialmente de la población de la clase trabajadora, pero también de sectores de las clases medias.

“El estado de ánimo en la economía alemana sigue empeorando. El índice Ifo, el barómetro económico más importante de la República Federal, cayó en octubre -por sexto mes consecutivo- de 104,7 a 103,2 puntos. Este es el nivel más bajo desde diciembre de 2012. Si bien se esperaba un declive en octubre, éste había sido estimado en 104,5 puntos, lejos de los 103,2 puntos que alcanzó, confirmando que «El panorama económico se ha deteriorado aún más, especialmente en la industria», como dijo el jefe de Ifo, Hans-Werner Sinn.” [1]

A mediados de Octubre las bolsas de Asia y Europa tuvieron fuertes caídas, los responsables de la economía en distintos países se esforzaron por reaccionar y desmentir las percepciones crecientes que el mundo se encamina hacia una recesión global, así apareció la noticia de un creciente consenso en el sentido que el Banco Central Europeo tomaría medidas adicionales de impulso a la reactivación para evitar una nueva recesión en la zona Euro, otras noticias de supuestos mejores resultados en China de los esperados, o de buenas estadísticas en Estados Unidos, ante el temor que un nuevo enfriamiento global golpearía nuevamente la economía norteamericana. Las grandes economías de Norteamérica y China, pueden intentar seguir echando mano de la expansión del dinero, de las tasas de interés cercanas a cero, pero con ello no consiguen solucionar la crisis estructural del capitalismo global. En Europa la receta tradicional de austeridad ha agravado las tendencias recesivas, al punto que amenaza la continuidad del Euro, la moneda única.

Algunos países ya están al borde de la recesión, los trucos estadísticos como incorporar la prostitución y el tráfico de drogas al cálculo del PIB, que han hecho Italia y España, pueden maquillar la situación pero no ocultarla del todo. La pregunta no es si nos dirigimos hacia otra recesión global, sino más bien, cuando se producirá y cuan profunda será.

[1] El Blog Salmón. 27 de octubre de 2014. Marco Antonio Moreno. Economía alemana en picada, índice Ifo cae por sexto mes consecutivo

Patricio Guzmán S.

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