Con la masiva asistencia de dirigentes de toda la banca representando a miles de trabajadores, se realizó la asamblea plenaria de dirigentes de base de la Confederación Bancaria destinada a formar los comités de huelga y comunicaciones para enfrentar las negociaciones colectivas simultáneas que se están produciendo en los bancos Itaú y Citibank.
Presididos por el titular del organismo Jorge Martínez, los sindicalistas acordaron asumir todas las tareas necesarias para apoyar a los cerca de 3 mil trabajadores de ambos bancos que enfrentan su primera negociación colectiva desde que nacieron como filiales de empresas transnacionales en Chile, proceso que no ha estado exento de dificultades.
Los sindicalistas conformaron ambos comités como una manera de fortalecer la postura negociadora de estos trabajadores y para responder a la dura posición empresarial que en ambos bancos permanentemente ha combatido la actividad sindical y donde paradójicamente a lo esperado existen condiciones de trabajo inferiores a los promedios existentes en el resto de la banca chilena.
Asimismo los dirigentes acordaron solidarizar con Juan Carrasco, dirigente sindical despedido injustamente del Banco Falabella y decidieron apoyarlo financieramente mientras dure el proceso judicial laboral con el que se está pidiendo su reincorporación a la empresa.
Hay que resaltar que en caso de estos bancos los trabajadores han soportado más de 17 años sin derecho a negociar colectivamente.
Los trabajadores del Banco Itaú ya presentaron su primer pliego de peticiones hace unas semanas y debe votar la huelga entre el 9 y el 12 de julio. En el caso del Citibank las conversaciones están más atrasadas y debería votar la huelga a fines del mes de agosto.
La intención de los dirigentes sindicales es unificar ambos conflictos para potenciar la fuerza de las comisiones negociadoras y lograr atraer la solidaridad de los demás actores sociales del país y de los trabajadores en particular.
Asimismo los dirigentes acordaron dirigirse a las casas centrales de estos bancos en Brasil y Estados Unidos para demandar una solución justa a las demandas de los empleados que exigen que sus condiciones laborales se igualen al menos a las del resto del sistema financiero.