La Confederación Bancaria de Chile adhirió a la jornada de movilización efectuada por la Central Unitaria de Trabajadores el pasado 29 de Agosto en demanda de instalar en Chile un nuevo modelo económico fundado en la justicia social y en el respeto a los derechos de los trabajadores.
El directorio de la Confederación, encabezada por su nueva presidenta Andrea Riquelme, realizó una conferencia de prensa el jueves 30 donde responsabilizó al gobierno y a las fuerzas policiales de la represión injustificada que se desató en el país contra los trabajadores. “El derecho a manifestarse es irrenunciable y en “democracia” debe garantizarse íntegramente”, manifestó.
-En el sector bancario la desigualdad social es grosera, al extremo de que altos ejecutivos perciben ingresos anuales superiores al millón de dólares y trabajadores que están por debajo de los $250 mil mensuales. No conforme con la alta riqueza generada en esta industria, continúan intentando arrancar derechos históricos, como la jornada laboral de lunes a viernes –sostuvo la dirigente.
Andrea asimismo se refirió a la futura fusión de los bancos Citibank y de Chile y Scotiabank y Banco del Desarrollo, señalando que se esta elaborado un plan para defender la estabilidad laboral de los trabajadores ante la inminencia de posibles despidos. La presidenta señaló que la necesidad de asegurar la estabilidad laboral inquieta a los trabajadores de la banca los que, dijo, ya no son los antiguos funcionarios que jubilaban en las instituciones y que podían desarrollar una carrera funcionaria, sino que son gente joven de entre 25 y 30 años que no tienen mucho que perder si se movilizan protestando por el hecho de que si en tres meses no cumplen las metas impuestas son despedidos.
Los dirigentes llamaron la atención asimismo acerca del excesivo nivel de concentración de la riqueza en la banca chilena. Señalaron que para responder a esta desigualdad, la Confederación Bancaria ha impulsado procesos de negociación colectiva, instancia posible de reasignar recursos a los más débiles y contribuir a reparar la desigualdad existente, en esta dirección acaban de finalizar los procesos colectivos de los bancos Itaú y Citibank donde estuvieron involucrados más de 3 mil 500 trabajadores, así como en el Banco Santander el 2006.
Asimismo postularon la posibilidad de instalar en la conciencia de los trabajadores la “negociación por rama”, como una demanda sentida, justa y perfectamente posible en esta industria altamente exitosa y que de paso, ayudaría a ir conformando un país más justo y digno.
Los sindicalistas se refirieron asimismo a la posibilidad de que grandes bancos ingresen al negocio de la previsión, señalando que esta conducta sería “consolidar un sistema ajeno a la solidaridad social y que con ello no se rompe la brecha a favor de los más poderosos”.
Aseveraron que de la forma como se están dando las cosas, la tendencia es a mayor y mayor concentración de la riqueza con los mismos actores empresariales lucrando y sin que se produzca una baja en los costos para los usuarios.
DIRECTORIO NACIONAL
