En los tiempos duros que corren existe poco lugar para el amor, para destruir el egoísmo, para luchar por una humanidad y un Chile más fraterno. La Navidad y la celebración del Año Nuevo más parecen una excusa para liquidar el sobre stock de las grandes tiendas, que un momento para la reunión de la familia y los amigos, basada en la ternura y la reafirmación de los cariños.
La Confederación Bancaria desea que las celebraciones que ya clausuran el 2010, pinten de luz lo mejor de cada una y cada uno de nosotros. El camino largo por conquistar una vida mejor, más justa y libre para todos, demanda el empeño colectivo e individual de ustedes. Es cierto que cada día que pasa, somos más los despiertos y organizados, como cada día que pasa los desafíos son mayores y nos exigen estatura de gigantes.
El 2011 será un año de superiores luchas. Entonces tendremos que ser mejores, y combinar el estudio con la lucha, de pie sobre una ética insobornable, una conducta personal y compartida sin precio y con el único horizonte de mejorar la vida ante un empresariado cada vez más voraz y antisocial.
Más allá de los obstáculos, contra el miedo y la apatía, los trabajadores bancarios hoy más que ayer, somos actores significativos de un Chile trabajador que nos necesita y en el cual nos inspiramos.
Que cuando se reúnan en la mesa familiar estos días, aunque sea modesta, piensen en que mañana el futuro de los trabajadores y los suyos tendrá el color amoroso de una sociedad más humana, hija de la unidad, el sacrificio y los valores más altos que alimentan las causas nobles de la Humanidad. No es otro el sentido de nuestra existencia.
Amor y felicidad.
Directorio Nacional Confederación de Sindicatos Bancarios y Afines de Chile