De dulce y de agraz fue la negociación colectiva que sostuvieron los trabajadores del la sucursal chilena del banco español BBVA.
Así por lo menos se deduce de lo conversado con el presidente del Sindicato Único, Ulises Núñez.
Según él, la mitad de sus compañeros quedaron conformes y la otra mitad cree que se podía algo más.
Fueron mil trabajadores sindicalizados del banco –de un total de dos mil que laboran en todo el país- fueron representados por sus dirigentes en una negociación que demoró dos semanas.
El petitorio inicial de los trabajadores incluía aumentos reales de sueldo y un aumento del número de bonos que reciben anualmente.
En un principio solicitaron que se incrementara en 25 mil pesos los sueldos de hasta 500 mil pesos y en 20 mil los superiores hasta un millón. El Banco respondió a esto con cifras muy inferiores –apenas un 7 mil para los primeros sueldos citados, lo que quedó después de tiras y aflojas en 14 mil a los primeros y en 5 mil los restantes.
Uno de los argumentos centrales del banco para no acceder a las peticiones iniciales de los sindicalizados fue que no podía explicar a sus accionistas el que la institución esté compartiendo beneficios con los trabajadores en circunstancias que el banco no ha podido superar los resultados obtenidos el 2005.
Pero el que el banco no supere los resultados anteriores no significa que le haya ido mal – dice Núñez – Nadie puede negar que desde 2003 el banco ha duplicado sus utilidades.
Además de esto, los trabajadores obtuvieron 800 mil pesos de bono de término de conflicto y un bono de Fiestas Patrias de cuatro UFs.
Además se creó un nuevo bono de invierno que se entregará en junio que será de una UF. Este se hará extensivo para recibirse en marzo y septiembre.
Adicionalmente se logró que ningún trabajador del banco quede ganando menos de 200 mil pesos.
Legalmente la negociación debía efectuarse en noviembre, pero los dirigentes en común acuerdo con los ejecutivos del banco decidieron antecederla a septiembre.
Obtuvimos resultados relativos, porque siempre el dirigente quiere más –dijo Núñez.
El paquete total inicial de beneficios solicitado por los trabajadores le costaba al banco un valor total de 270 millones de pesos. La contrapropuesta del banco no le costaba más que 211 millones de pesos. Esta propuesta no fue presentada a las bases porque los dirigentes la consideraron impresentable. Después de tiras y aflojas, se llegó a la cifra total de 170 millones de pesos en beneficios para los empleados.
Las negociaciones fueron cordiales –dice Núñez –pero con mucha diferencia de posiciones en un principio.
Estas diferentes posiciones entre trabajadores y empresa se reflejaron en que la votación final de la última propuesta de la empresa fue de 54 por ciento a favor y 46 en contra, lo que refleja que la asamblea estaba dividida casi por la mitad frente a la posición empresarial.
