En 1804 Jean Jacques Dessalines proclamó la independencia de Haití, luego de 12 años de combate contra Francia, que ostentaba el mejor ejército de la época, bajo el mando de Napoleon Bonaparte. Hoy, a 220 años de su Independencia, Haití se encuentra abandonado.
En 2024, en la ciudad de Juana Mendez (Ouanaminthe), el 1ro de enero la población se congregó en el canal de riego que los campesinos de la llanura Maribaroux están construyendo. Este canal que conecta con el río Masacre permitirá regar varias hectáreas de tierra.
El Río Masacre lleva ese nombre a raíz de una matanza de bucaneros franceses a mano de los colonizadores españoles en el siglo XVIII. En 1937 ocurrió otra terrible masacre a manos del Estado dominicano (Dictadura de Trujillo) en contra de los haitianos. Más de 15 mil personas fueron asesinadas en esa ocasión.
El principal problema que han debido sortear es la oposición del gobierno de República Dominicana, que pretende que las aguas de dicho río sean solamente ocupadas por su país. Además, el gobierno de facto de Ariel Henry y sus aliados no ha prestado ninguna ayuda a los campesinos, sometiéndose a las presiones dominicanas, quienes han cerrado las fronteras desde octubre.
La vocera del comité del canal Wideline Pierre declaró con mucha alegría al inaugurar la ceremonia :»Hoy es primero de enero, estamos de pie en el canal de resistencia y unidad en Ouanaminthe para hablar con el pueblo”.
Este canal nos recuerda lo que ha constituido nuestra fuerza históricamente, para que nuestros ancestros pudieran proclamar nuestra independencia: fue «combate y unidad».
A nombre de los campesinos de Maribaroux, Wideline Pierre agradeció a todos los que han trabajado en el canal especialmente a las mujeres que se comprometieron en esta batalla.
Wideline cree que los Haitianos deben tomar su soberanía alimentaria produciendo sus propios alimentos. Este canal es un paso para que el país recupere su soberanía, sobre todo desde el punto de vista alimentario.
Haití es uno de los países que ha sido abandonado a su suerte. Lo que Rosa Luxemburgo proclamaba a principios del siglo pasado señalando que la disyuntiva era “Socialismo o Barbarie” ya es una realidad. Tenemos el ejemplo de Palestina, Haití y gran parte de África.
El capitalismo y su versión más agresiva, el neoliberalismo, han fracasado como modelo de desarrollo y empujan, cada vez con mayor fuerza, a los pueblos hacia la barbarie. La lucha por recuperar derechos, organización y solidaridad es hoy urgente y necesaria.
Columna de opinión de
Javier Márquez
Director nacional Confederación Sindicatos Bancarios y Sector Financiero