La lucha histórica por las 40 horas


El miércoles 24 de julio, la Comisión de Trabajo de la Cámara aprobó en general la moción que busca reducir la jornada laboral a 40 horas semanales. Hoy, se apronta a ser votada en sala y no ha bajado la intensidad de la discusión.

Compartimos este articulo escrito por Macarena Ortega, vocera de la Coordinadora 40 Horas, especialmente para la edición actual de nuestro periódico Trabajadores del Mundo Financiero.

La reducción de la jornada laboral, no es una demanda actual, sino, que responde a luchas históricas, que se remontan al siglo pasado, precisamente entre el 01 y el 04 de mayo de 1886, en la ciudad de Chicago, lugar y tiempo en que falleció un número indeterminado de personas. Esto, por el sólo hecho de exigir dignidad, reflejada en jornadas de 8 horas al día para trabajar, dormir y descansar.

La Organización Internacional del Trabajo OIT, recomendó en junio de 1935, por medio del Convenio N° 47, que la duración máxima de jornada laboral de sus países miembros, debiera ser de 40 horas semanales máximo, respondiendo esta sugerencia a motivos de salud, generación de empleos, entre otras. A pesar de que Chile es miembro de la OIT  desde el año 1919, a la fecha, no ha ratificado este convenio.

Situándonos  en el país, nos encontramos que la jornada de trabajo se incorporó a la legislación laboral el 08 de septiembre de 1924, con una duración máxima de 48 horas a la semana, jornada que no se redujo sino hasta el año 2005, que disminuyó a 45 horas a la semana. Es decir, pasaron 81 años para que recién las y los  trabajadores pudieran tener 3 horas a su favor.

Entendiendo entonces, la necesidad de optimizar las condiciones de trabajo, el tiempo con la familia, el acceso a la recreación, al descanso, al ocio y varias más, es que se crea el Proyecto de Ley 40 horas (Título: Modifica el Código del Trabajo, con el Objeto de Reducir la Jornada  Laboral. Boletín N°11179-13) presentado el 08 de marzo de 2017, por la Diputada de la República Camila Vallejo D.  Que pretende reducir la jornada de trabajo semanal, sin disminuir el sueldo. Esta propuesta fue declarada admisible por los diputados de la República el 05 de abril de 2017.

Posteriormente, el proyecto 40 Horas, estuvo quieto en la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados y gracias al movimiento y organización sindical, (por medio de la Coordinadora 40 Horas)  y con el apoyo de diputados de diferentes partidos políticos, se  logra instalar la moción parlamentaria en esta comisión, donde se empezó a discutir el proyecto a contar de abril de 2019, votándose y aprobándose la idea de legislar el 24 de julio de 2019.

Desde que el proyecto 40 Horas comenzó a ganar espacio en la opinión pública, el gobierno; por medio del Ministro del Trabajo y parlamentarios UDI y RN, han optado por una arremetida completamente contraria a la reducción de la jornada, la que se ha ido agudizando posterior a su reciente aprobación, reflejándose en amenazas y campañas mediáticas, que buscan instalar una verdad  que se aleja de la realidad, basada en teorías catastróficas que pretenden confundir a los oyentes  y separar a las y los trabajadores de la necesidad de justicia a través del miedo.

Resulta curioso, que sean los mismos argumentos que se utilizaron el en año 2001, cuando se discutió y aprobó la reducción de la jornada a 45 horas a la semana, que entró en vigencia el 01 de enero del 2005.

40 Horas, no es más que un proyecto que pretende hacer un atisbo de justicia en la sociedad chilena, de reivindicar los derechos laborales, entendiendo que la reducción de la jornada está lejos de solucionar la vida de las y los trabajadores, pero sí es un avance agigantado, ya que se manifiesta contra las brechas de desigualdad y la repartición de la riqueza que concentran los grupos económicos.

Al proyecto 40 Horas aún le queda un largo camino por recorrer y superar obstáculos que seguramente cada vez serán más difíciles de sobrepasar, pero entendemos que en la medida que las y los trabajadores hagamos de esto una demanda colectiva, será más llevadera y alcanzable esta lucha,