$114.263 pesos es el promedio de las pensiones que pagan las AFP.


Solamente el 52.5% de los afiliados a las AFP son cotizantes regulares.  Las AFP pagan pensiones, que en promedio llegan a $114.263 pesos.

Los últimos datos publicados en febrero de 2013, por la Superintendencia de pensiones, que corresponden al 31 de diciembre de 2012, nos muestran que:

•       El número de trabajadores afiliados a las AFP, el sistema de Fondos de Pensiones privado y de ahorro forzoso para los trabajadores  en Chile es de  : 9.268.872

•       Los trabajadores que cotizan regularmente son 4.870.808.

Es decir solamente el  52,5% de los afiliados son cotizantes regulares.  La mitad de estos cotizantes regulares sólo llegaran a obtener una pensión de 150.000 pesos o menos. La situación de los afiliados que no cotizan regularmente será todavía más dramática cuando jubilen.  Estos trabajadores afiliados que no cotizan regularmente, probablemente solo conseguirán una pensión asistencial.

MARCHA3

De qué monto son las pensiones actualmente.

De acuerdo con la Superintendencia de Pensiones (al 31 de enero de 2013), el promedio de pensiones de vejez del sistema es de $179.035 pesos mensuales. Estas pensiones las pagan directamente las AFP en la modalidad llamada Retiro Programado, o las Compañías de Seguro en las modalidades de Renta Temporal o Renta Vitalicia. Las pensiones pagadas por las AFP apenas llegan a $114.263.

En los últimos meses nos hemos visto inundados por una campaña de las AFP, para tratar de convencernos que el sistema es muy bueno, que tiene una alta rentabilidad y que las cosas mejorarán en el futuro.

La realidad es muy distinta, en los años que vienen comenzaran a pensionarse masivamente afiliados que no cuentan con el bono de reconocimiento de sus aportes al sistema antiguo, eso se traducirá en una caída pronunciada de los montos de las pensiones, que ya fueron severamente golpeadas por las billonarias pérdidas en la especulación bursátil del 2008 en adelante, y en estafas como la de La Polar. A esto se le suma también los recálculos de mayor  esperanza de vida.

De hecho las propias AFP reconocen indirectamente el negro panorama futuro, cuando proponen soluciones, si se les puede llamar así, como aumentar la edad de jubilación de mujeres y hombres respectivamente a 65 y 67 años, o directamente de todos hasta los 67 años, y aumentar en 3 puntos la cotización de los afiliados, o incluso crear una AFP estatal, sin cambiar el fondo del modelo.

La precariedad del mercado laboral chileno.

Las AFP han culpado a la precariedad del mercado laboral chileno de la “baja densidad” de las cotizaciones, es decir de los periodos en que los afiliados no cotizan, por desempleo, por falta de contrato laboral o simplemente porque los empresarios prefieren embolsarse para ellos el dinero que descuentan a sus trabajadores. De hecho los empresarios, pueden legalmente informar del descuento pero no entregar el dinero a las AFP, por increíble que parezca. Pero, si es el mercado laboral precario el que explica las bajas pensiones, entonces la conclusión evidente es que el sistema de seguros privados, con descuento obligatorio, que es el sistema de capitalización individual de las AFP, no corresponde a la realidad laboral de Chile, y ninguna reforma va a alterar esta realidad.

Mientras tanto con la aplicación de la reforma adoptada por iniciativa del gobierno de Bachelet, y el apoyo de la oposición de entonces -que ahora está en el gobierno-, los trabajadores sin contrato laboral, que trabajan con boletas de honorarios, serán incorporados forzosamente al sistema de AFP. Esto en la práctica es una enajenación de parte de sus ingresos en beneficio de las empresas privadas que controlan las AFP, y del mercado de capitales para los grandes grupos empresariales, sin que estos trabajadores puedan esperar gran cosa a futuro.

¿Porque mantener un sistema que ha fracasado manifiestamente?

Si el sistema, contra las promesas que hicieron sus impulsores bajo la dictadura, ofrece pensiones miserables, porque insisten en mantenerlo. La respuesta es que con el ahorro forzoso, y el fin del aporte patronal del sistema antiguo, se creó un pilar para la acumulación de capitales y transferencia de recursos a favor de las empresas. Un sistema donde se llega al absurdo que los bancos pueden acceder a dinero fresco y barato, para luego prestarlos a tasas usureras a los propios trabajadores, que en la pura teoría son los dueños de estos fondos previsionales.

 

Por Patricio Guzmán S.

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